Skip to main content

La mujer que siempre reza

Eucaristia

De este modo llamaban, cariñosamente, los indios Potawatomíes a Santa Rosa Filipina Duchesne.

         Le llevó casi una vida cumplir el sueño de ser la primera misionera del Sagrado Corazón, pero ni la enfermedad ni cruzar el océano ni sus fracasos, le impidieron alcanzarlo.

         “Nos encanta cultivar un pequeño terreno para Cristo, sabiendo que Dios no nos pide grandes cosas, sino un corazón que no retenga nada para sí mismo”.  Palabras de Santa Rosa Filipina que nos reflejan que fue en la oración, donde encontró el coraje y la fuerza necesarios para acompañar la vida de los más necesitados.

         Y aunque existen multitud de maneras para orar, hemos decidido que sea desde la Eucaristía con toda la Comunidad Educativa, el modo de culminar el año del Bicentenario. En ella le damos las gracias por haber sido  valiente y perseverante, humilde y amorosa, fiel y creyente,.. Y le pedimos que sea el espejo en el que mirarnos para poder alcanzar nuestros objetivos de vida.

Feliz día de Santa Rosa Filipina Duchesne

Deja una respuesta